Estamos en invierno. En este pedacito de la Tierra que nos ha tocado habitar, en nuestro país, es invierno. La naturaleza duerme, descansa, se oculta, se repliega......
Pero también el invierno esconde una inmensa belleza. La naturaleza espera paciente la primavera. Llegará, sin duda, como cada año y la vida estallará con todo su esplendor. Sin invierno no habría primavera....
Cuántas cosas en la vida son así “cambiantes", "oscilantes". "van y vienen"....
Un invierno trae una primavera. Un dolor, una esperanza. Un sueño, una vigía. Una muerte, un renacimiento. Una noche, un día. La inquietud, la calma. La escasez, la abundancia....
Nada es para siempre. Si lo que tienes no te agrada, no te desesperes, aguarda…… ¡La paciencia todo lo alcanza!
Los poetas de hoy, y de siempre, le cantan a los rigores del invierno, al frío, a la nieve.... ¡Dicen cosas tan bellas!
Sol de Invierno.
.
Es mediodía. Un parque.
Invierno. Blancas sendas;
simétricos montículos
y ramos esqueléticos.
Bajo el invernadero,
naranjos en maceta,
y en su tonel, pintado
de verde, la palmera.
Un viejecillo dice,
para su capa vieja:
"El sol, esta hermosura
de sol....!" Los niños juegan.
El agua de la fuente
resbala, corre y sueña
lamiendo, casi muda, la verdinosa piedra.
Antonio Machado.
¡Qué milagrosa es la Naturaleza!
Pues, ¿no da luz la nieve? Inmaculada
y misteriosa, trémula y callada,
paréceme que mudamente reza
al caer... ¡Oh nevada!:
tu ingrávida y glacial eucaristía
hoy del pecado de vivir me absuelva
y haga que, como tú, mi alma se vuelva
fúlgida, blanca, silenciosa y fría.
Pues, ¿no da luz la nieve? Inmaculada
y misteriosa, trémula y callada,
paréceme que mudamente reza
al caer... ¡Oh nevada!:
tu ingrávida y glacial eucaristía
hoy del pecado de vivir me absuelva
y haga que, como tú, mi alma se vuelva
fúlgida, blanca, silenciosa y fría.
Amado Nervo.
Mientras baja la nieve.
Ha bajado la nieve, divina criatura,
el valle a conocer.
Ha bajado la nieve, mejor que las estrellas.
¡Mirémosla caer!
Viene calla-callando, cae y cae a las puertas
y llama sin llamar.
Así llega la Virgen, y así llegan los sueños.
¡Mirémosla llegar!
Ella deshace el nido grande que está en los cielos
y ella lo hace volar.
Plumas caen al valle, plumas a la llanada,
plumas al olivar.
Tal vez rompió, cayendo y cayendo, el mensaje
de Dios Nuestro Señor.
Tal vez era su manto, tal vez era su imagen,
tal vez no más su amor.
Ha bajado la nieve, divina criatura,
el valle a conocer.
Ha bajado la nieve, mejor que las estrellas.
¡Mirémosla caer!
Viene calla-callando, cae y cae a las puertas
y llama sin llamar.
Así llega la Virgen, y así llegan los sueños.
¡Mirémosla llegar!
Ella deshace el nido grande que está en los cielos
y ella lo hace volar.
Plumas caen al valle, plumas a la llanada,
plumas al olivar.
Tal vez rompió, cayendo y cayendo, el mensaje
de Dios Nuestro Señor.
Tal vez era su manto, tal vez era su imagen,
tal vez no más su amor.
Gabriela Mistral.
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