EXPERIENCIAS PARA COMPARTIR CON PERSONAS "JUBILOSAS" QUE AMAN LA VIDA Y LA BELLEZA.

martes, 20 de mayo de 2014

SE DICE, SE CUENTA.......



Que una vez, un sabio anciano estaba sentado en una roca, justo al lado de una enorme puerta que daba entrada a una gran y próspera ciudad amurallada en el desierto. 
Un viajero procedente de un país muy lejano, se acercó al anciano antes de traspasar el umbral de la puerta de acceso a la ciudad, y le preguntó:
―Dígame señor, ¿cómo es la gente que vive en esta ciudad?
―Dígame usted algo antes de que yo le responda: ¿cómo es la gente de la ciudad de donde usted procede?     respondió el anciano.
―¡Mala gente! ―exclamó el viajero―. Son poco de fiar: holgazanes, perezosos, criticones,  egoístas, vanidosos, embusteros… ¡Por eso me marché de allí y busco un lugar mejor en el que vivir!

―¡Vaya! ―dijo el anciano―. Pues me temo que en esta ciudad se va encontrar con lo mismo.
Tal fue la frustración del viajero al oír eso que, cabizbajo y triste, decidió no entrar en la ciudad y seguir su viaje a la búsqueda de un mejor lugar donde vivir.

Ese mismo día, por la tarde, un nuevo viajero más joven y alegre llegó a la puerta de la ciudad, donde el anciano seguía sentado sobre su roca. El joven se acercó a él, y le preguntó:
―Por favor, amable señor, voy a entrar en esta ciudad, pero antes quisiera saber cómo es la gente que vive aquí. Si usted me pudiera decir algo sobre ellos, se lo agradecería.

―Claro que te diré cómo son ―respondió el anciano―. Pero antes dime, muchacho, ¿cómo es la gente de la ciudad de donde tú procedes?
―¡Buena gente! ―exclamó el joven sin pensarlo demasiado―. Obviamente hay de todo, pero en general creo que la mayoría son bella gente que hacen lo que pueden con lo que tienen. Puedes contar con ellos, sin duda. Por supuesto que también hay algunos personajes retorcidos y menos de fiar, pero incluso a esos, según cómo les tratas y entras, puedes darles la vuelta. Sí, yo diría que una amplísima mayoría son buena gente.

El anciano sonrió, y seguidamente respondió al joven viajero:

―¡Bienvenido, muchacho! Entra en esta ciudad que te espera, porque vas a encontrar tanta buena gente como encontraste en la ciudad de la que procedes. ¡Buena Suerte!


Etiqueta: Cuentos.


martes, 13 de mayo de 2014

DICE VÍCTOR HUGO ...........


"Te  deseo".

Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.

Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no
madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,
y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un perro,
alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuantas vidas
está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez
por año pongas algo de ese dinero
frente a ti y digas: “Esto es mío”.
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno
de tus defectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre,
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte.

Víctor  Hugo . ( 1802- 1885 )


Etiqueta: Poesía.




lunes, 12 de mayo de 2014

DICE JODOROWSKY........


Las máquinas también se ponen malitas. A mi ordenador le ha pasado eso y mi blog ha tenido que esperarme durante muchos días. Ya solucionado todo, seguimos.

Estaba pensando, leyendo esta cita de Jodorowsky, que no es lo mismo"mirar" que "ver". Será conveniente, creo, cultivar la sensibilidad. Sólo quienes la cultivan están capacitados para ver tantas y tantas cosas bellas que nos rodean. Sería una pena que por vivir de modo acelerado nos pasen sin advertirlas. 


 “Los milagros son comparables a las piedras: están por todas partes ofreciendo su belleza y casi nadie les concede valor. Vivimos en una realidad donde abundan los prodigios, pero ellos son vistos solamente por quienes han desarrollado su percepción. Sin esa sensibilidad todo se hace banal, al acontecimiento maravilloso se le llama casualidad, se avanza por el mundo sin esa llave que es la gratitud. Cuando sucede lo extraordinario se le ve como un fenómeno natural, del que, como parásitos, podemos usufructuar sin dar nada en cambio. Mas el milagro exige un intercambio: aquello que me has dado debo hacerlo fructificar para los otros. Si no se está unido no se capta el portento. Los milagros nadie los hace ni los provoca, se descubren. Cuando aquel que se creía ciego se quita los anteojos oscuros, ve la luz. Esta oscuridad es la cárcel racional”.

Alejandro Jodorowsky.
 “La danza de la realidad”.


Etiqueta:Citas.