EXPERIENCIAS PARA COMPARTIR CON PERSONAS "JUBILOSAS" QUE AMAN LA VIDA Y LA BELLEZA.

jueves, 31 de mayo de 2012

ESTA NOCHE NO HUBO LUNA.



Ahora camino de noche
porque las noches son claras ... 

Y esta noche no hubo luna,
no hubo luna amiga y blanca .. .
y había pocas estrellas,
pocas estrellas y pálidas... 

Y era todo triste sin la luna amiga...
y era todo negro sin la luna blanca. 

No se veía la cinta
de la carretera larga...
los olivos del recuesto
apenas se dibujaban...
un murciélago pasó
rozándome la cabeza con el ala ...
y me ladraron los perros
en los bancales con saña. 

Sin luna todo era negro y triste...
vi una luz allá lejana...
y, a tientas, fui hasta la luz
y en la luz pedí posada... 

Esta noche no hubo luna...
no hubo luna amiga y blanca... 

Y recordé aquella noche
en que no vino mi amada...
y en que yo loco de amor,
lleno de fiebre y de ansias...
hice también alto
en la primera posada... 

León Felipe.








sábado, 26 de mayo de 2012

SE DICE, SE CUENTA......





Las abuelitas siempre cuentan cosas que a sus nietos les parecen interesantes. En esta ocasión decía la abuelita:

ERA UNA VEZ un gran violinista llamado PAGANINI Algunos decían que él era muy extraño. Otros, que era sobrenatural.
Las notas mágicas que salían de su violín tenían un sonido diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo.

Una cierta noche, el palco de un auditorio repleto de admiradores estaba preparado para recibirlo. La orquestra entró y fue aplaudida. El maestro fue ovacionado. Mas cuando la figura de Paganini surgió, triunfante, el público deliró.

Breves y semibreves, fusas y semifusas, corcheas y semicorcheas parecen tener alas y volar con el toque de sus dedos encantados. Paganini coloca su violín en el hombro y lo que se escucha es indescriptible.

De repente, un sonido extraño interrumpe el solaz de la platea. Una de las cuerdas del violín de Paganini se rompió. El maestro paró. La orquestra paró. El público paró. Pero Paganini no paró. Mirando su partitura, continúa arrancando sonidos deliciosos de un violín con problemas.

Antes de que el público se serenara, otro sonido perturbador derrumba la atención de los asistentes. El maestro y la orquesta, exaltados, vuelven a tocar. Otra cuerda del violín de Paganini se rompe. El maestro paró nuevamente. La orquesta paró nuevamente Paganini no paró.

Como si nada hubiese sucedido, él olvidó las dificultades y avanzó sacando sonidos de lo imposible. El maestro y la orquesta, impresionados volvieron a tocar. Pero el público no podría imaginar lo que estaba por suceder. Todas las personas, atónitas, exclamaron: ¡¡OHHH!!

Una tercera cuerda del violín de Paganini se rompe. El maestro se paralizó. La orquesta paró. La respiración del público se detuvo. Pero Paganini continuó. Como si fuese un contorsionista musical, arranca todos los sonidos de la única cuerda que sobrara de su violín destruido.

Ninguna nota musical fue olvidada. El maestro se anima. La orquesta se motiva. El público parte del silencio para la euforia, de la inercia para el delirio. Paganini alcanza la gloria. Su nombre corre a través del tiempo.

No es apenas un violinista genial. Es el símbolo del profesional que continúa adelante frente a lo imposible.

La abuelita concluye:
Aunque en alguna ocasión tengas problemas, no todo está perdido. Todavía existe una cuerda y  tocando con ella demostrarás tu talento.
Nunca la vida te romperá todas las cuerdas. Siempre te quedará la cuerda de la imaginación y con ella alcanzarás el éxito.....







sábado, 19 de mayo de 2012

DICE ROSALÍA DE CASTRO....



                         
Al oir las cancioens.

 Al oír las canciones
que en otro tiempo oía,
del fondo en donde duermen mis pasiones
el sueño de la nada,
pienso que se alza irónica y sombría,
la imagen ya enterrada
de mis blancas y hermosas ilusiones,
para decirme: —¡Necia!, lo que es ido
¡no vuelve!; lo pasado se ha perdido
como en la noche va a perderse el día,
ni hay para la vejez resurrecciones...

¡Por Dios, no me cantéis esas canciones
que en otro tiempo oía!

Rosalía de Castro.





 Las canciones que oyó la niña.

Tras de los limpios cristales             
se agitaba la blanca cortina,
y adiviné que tu aliento
perfumado la movía.

Sola estabas en tu alcoba,
y detrás de la tela blanquísima
te ocultabas, ¡cruel!, a mis ojos...
mas mis ojos te veían.

Con cerrojos cerraste la puerta,
pero yo penetré en tu aposento
a través de las gruesas paredes,
cual penetran los espectros;
porque no hay para el alma cerrojos,
ángel de mis pensamientos.

Codicioso admiré tu hermosura,
y al sorprender los misterios
que a mis ojos velabas... ¡perdóname!,
te estreché contra mi seno.

Mas... me ahogaba el aroma purísimo
que exhalabas de tu pecho,
y hube de soltar mi presa
lleno de remordimiento.

Te seguiré adonde vayas,
aunque te vayas muy lejos,
y en vano echarás cerrojos
para guardar tus secretos;
porque no impedirá que mi espíritu
pueda llegar hasta ellos.

Pero... ya no me temas, bien mío,
que, aunque sorprenda tu sueño,
y aunque en tanto estés dormida
a tu lado me tienda en tu lecho,
contemplaré tu semblante,
mas no tocaré tu cuerpo,
pues lo impide el aroma purísimo
que se exhala de tu seno.
Y como ahuyenta la aurora
los vapores soñolientos
de la noche callada y sombría,
así ahuyenta mis malos deseos.

Rosalía de Castro.


 


Imágenes:  Cindy Grundsten. ( Diseñador Gráfico )






lunes, 14 de mayo de 2012

COSAS DE ABUELAS.....


Mi ordenador se puso malito. Se negaba a trabajar. Hoy vino el médico y lo curó. Ahora ya está dispuesto para seguir su tarea. Yo esperaba impaciente, pues quería contar algo de lo que viví el pasado fin de semana:




La vida tiene momentos inolvidables.
Un aeropuerto largo, larguísimo que nunca se acaba....
Gente, gente, mucha gente…. Caras, caras, muchas caras….
Un abrazo “a tres” que no tiene fin, que lo dice todo, que sobran las palabras….
Se intenta hablar, pero se interrumpen las palabras porque aún quedan más abrazos… ¡Inolvidable!




De regreso, ya en casa, rememoro los días, las vivencias, nuestros paseos, nuestras largas charlas y una sonrisa aparece en mi cara. Veo a Elías, sus ojitos saltarines, su eterna sonrisa.. ¡Qué cosa tan maravillosa es ser abuela!
Acorde con mis sentimientos, recuerdé algo que leí hace tiempo, lo busco, lo encuentro. Es que la autora de ese libro también era abuela por eso sintonicé tanto con ella.





 Decía Josefina Aldecoa en su libro "Confesiones de una abuela":

“Ser abuela es recuperar la alegría de vivir y el goce de las pequeñas cosas diarias. Ser abuela es entender el amor en estado puro. Ser abuela es estar disponible a cualquier hora. Ser abuela es aceptar lo disparatado como natural y lo dudoso como evidente.”

Querido nieto: Donde quiera que vayas y hagas lo que hagas con tu vida, siempre que pienses en los demás, seas generoso y en el buen sentido de la palabra, “bueno” yo te apoyaré mientras viva.  Porque ser abuela es estar cerca del nieto sin prejuicios, sin imposiciones, sin pedir nada a cambio. Generosamente cerca”.

Con sus palabras me quedo y con el recuerdo que aún perdura "fresquito" en mi mente.





martes, 1 de mayo de 2012

BELLOS CONSEJOS......