EXPERIENCIAS PARA COMPARTIR CON PERSONAS "JUBILOSAS" QUE AMAN LA VIDA Y LA BELLEZA.

lunes, 30 de julio de 2012

LOS PUENTES.....



Con los puentes ocurre como con otras muchas cosas, su importancia se valora cuando ya no están, o cuando están deterioradas y no es posible usarlas...

 Existe una cantidad impresionante de puentes:  cortos y largos, anchos y estrechos, seguros e inseguros, antiguos y modernos, conocidos y desconocidos..... 

Todos tienen, sin embargo, algo en común: sirven para unir dos orillas...... Atravesándolos, uno siente que, de algún modo, lleva un mensaje al otro lado......Pone en comunicación dos cosas que se hallaban separadas, alejadas....Esto te hace sentirte útil.

Entre los dos lados, el río de la vida, a veces sereno y  apacible. A veces revuelto y  turbulento. A veces superficial  y otras profundo. A veces desaprovechado y otras muy útil. A veces confiado, otras traicionero. 






 El rio siempre el mismo y siempre distinto. Como la vida misma.










sábado, 28 de julio de 2012

DICE ANTONIO MACHADO.....





........Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca he de tomar,
me encontrarás a bordo ligero de equipaje
casi desnudo, como los hijos del mar."


 Antonio Machado. ( 1875- 1939 )



viernes, 27 de julio de 2012

LIBROS ENCANTADORES.....


 Cuando estos calores estivales destruyen tantas extensiones de bosque, estaba yo leyendo, casualmente, el libro "El bosque animado".
Qué maravilla de libro, hacía muchos años que lo leí y no lo recordaba totalmente. Cuánta sensibilidad, cuánta poesía en sus páginas, qué maestría en la descripción. Quizás sea el libro más entrañable de cuantos ha escrito este autor.
Nos dice Wenceslao Fernández Flórez: "Este es el libro de la fraga de Cecebre. San Salvador de Cecebre es una parroquia de Galicia, rugosa, frondosa y amena. Cuando un hombre consigue llevar a la fraga un alma atenta se entera de muchas historias..... Entonces se comprende que existe otra alma allí, infinitas almas, que están animado el bosque entero".

Afinando su mirada poética, Fernández Flórez ha logrado captar todas esas historias y comunicarlas en esta novela deliciosa y profunda. El lector que se acerque a ella descubre bajo la seductora y mágica narración los latidos ocultos del alma humana en consonancia con la naturaleza. 


 


 Fragmento de su libro:

“Había una nube de color de topo apoyada en el monte Xalo, una nube pesada y desmedida que abrumaba el horizonte. Y vino el viento sur, afirmó los pies en el valle y se la echó a los hombros como un mozo puede cargar un saco de trigo colocado en un poyo. Pesaba tanto la nube  que en la tierra se sentía el aliento tibio y húmedo del viento que jadeaba ráfagas, quería llevarlas hasta el mar, aún lejano: pero al pasar por el Cercebre los pinos rasgaron la cenicienta envoltura y todos los granos de agua cayeron, apretados, sucesivos, inagotables, sobre la verde y quebrada extensión del suelo. Llovió tanto que parecía mentira que restase aire para respirar en el espacio lleno de hilos líquidos y de partículas acuosas que iban y venían.

 En los establos penumbrosos, los bueyes fumaban su propio aliento, y en el balcón techado de la casa del cura, el gato - con la cola pegada al costado izquierdo, como una espada-, sentado sobre su vientre, miraba con ojos de chino una hora y otra hora, entre los barrotes pintados de azul, cómo caían tubitos de cristal .  

Entonces la tierra se puso a trabajar, según su vieja sabiduría, para no anegarse, porque a la tierra le dura aún el terror del Diluvio. ¿Dónde meter, Señor, tanta agua? ¿Qué hacer con ella? Y primero la escondió en los sembrados esponjosos y bajo la hierba de los prados, y luego hizo barro del polvo de los caminos.

Las plantas bebieron hasta engordar; las corredoiras  aviniéronse a convertirse en cauces; los arroyuelos que bajan hasta el río, olvidados entre herbazales se dieron una prisa ruidosa en llevar y verter su hinchada corriente; cada planicie arada se hizo cartel de escudo, a barras alternadas de plata y ocre, y como escudos de metal abandonados nacieron aquí y allá charcos inmóviles.
En la fraga todos trabajaron también: los musgos se ensancharon; las piedrecitas de cuarzo de los senderillos dieron toda la tierra que adhirieran y se quedaron blancas y delatadas; cada hoja cargó todas las gotas que pudo soportar y las sostuvo en lo alto, y esos enanitos de gorros de colores que son los hongos y que tienen sangre de agua porque son hijos de la lluvia, nacieron a centenares, bruscos como un milagro, maliciosos y burlones”.

Wenceslao Fernández Flores:
( La Coruña, 1885- Madrid, 1964) 





Etiqueta: Libros.



miércoles, 25 de julio de 2012

LETRILLA.

 ( Geranios. Childe Hassam )


La más bella niña
de nuestro lugar,
hoy viuda y sola
ayer por casar,

Viendo que sus ojos
a la guerra van,
a su madre dice
que escucha su mal:
Dejadme llorar
Orillas del mar.

Pues me distéis, madre,
en tan tierna edad
tan corto el placer,
tan largo el penar,
y me cautivastéis
de quien hoy se va
y lleva las llaves
de mi libertad,
Dejadme llorar
Orillas del mar.

En llorar conviertan
mis ojos de hoy más
el sabroso oficio
del dulce mirar,
pues que no se pueden
mejor ocupar
yéndose a la guerra
quien era mi paz.
Dejadme llorar
Orillas del mar.

No me pongáis freno
ni queráis culpar;
que lo uno es justo,
lo otro por demás,

si me queréis bien
no me hagáis mal;
harto peor fuera
morir y callar.
Dejadme llorar
Orillas del mar.

Dulce madre mía,
¿quién no llorará,
aunque tenga el pecho
como un pedernal,
y no dará voces
viendo marchitar
los más verdes años
de mi mocedad?
Dejadme llorar
Orillas del mar.

Váyanse las noches,
pues ido se han
los ojos que hacían
los míos velar;
váyanse, y no vean
tanta soledad
después que en mi lecho
sobra la mitad.
Dejadme llorar
Orillas del mar.

Luis de Góngora
(1561–1627)
 
 
Etiqueta:poesía.

lunes, 23 de julio de 2012

CAÑO CRISTALES, EL RIO QUE SE ESCAPÓ DEL PARAÍSO.




Caño Cristales es un rio que con razón es denominado el “el más hermoso del mundo” Incluso, fué llamado "el río que se escapó del paraíso".
Es de unos 100 km de longitud y apenas 20 m de ancho. Está ubicado dentro del Parque Nacional Natural la Macarena, en el extremo sur del departamento del Meta, Colombia.
Tiene un área de 650.000 kilómetros cuadrados donde podrán verse fascinantes cascadas de todos los tamaños, ríos caudalosos, cachiveras, raudales y praderas naturales.




El rio está declarado Patrimonio Biológico de la Humanidad.
 En su recorrido a pie se descubre una resaltada gama de colores, con túneles gigantes y abundantes especies de vegetación endémica floreciendo de modo natural.





El rio tambien denominado el de los 5 colores, toma esta pigmentacion porque las piedras están cubiertas con el musgo y las algas.
Amarillo, azul, verde, negro y rojo, son sus cinco colores escandalosos, que se explican por la presencia de algas de diferentes colores que hacen de este caño una maravilla visual..





El color rojo se debe a una planta denominada Macarenia clavigera. 
Cuando el nivel del agua está en el punto óptimo, el musgo y las algas florecen con los colores brillantes, dándole al rio una belleza inigualable.






viernes, 20 de julio de 2012

ELLA.



¿No la conocéis? Entonces
imaginadla, soñadla.
¿Quién será capaz de hacer
el retrato de la amada?

Yo sólo podría hablaros
vagamente de su lánguida
figura, de su aureola
triste, profunda y romántica.

Os diría que sus trenzas
rizadas sobre la espalda
son tan negras que iluminan
en la noche. Que cuando anda,

no parece que se apoya,
flota, navega, resbala...
Os hablaría de un gesto
muy suyo..., de sus palabras,

a la vez desdén y mimo,

a un tiempo reproche y lágrimas,
distantes como en un éxtasis,
como en un beso cercanas...

Pero no: cerrad los ojos,
imaginadla, soñadla,
reflejada en el cambiante
espejo de vuestra alma.


Gerardo Diego.



domingo, 15 de julio de 2012

MANOS QUE SABEN TANTO.....



                                                         (Imagen: Ignat Bednarik)

Ni siquiera es otra vez.... Es la misma, repetida tantas noches, tantas semanas, tantos años! Es la misma vez porque ella es la misma, en su cansancio sobrepuesto por fuerza de ternura, en sus manos oficiando el ejercicio del amor, hecho labor de agua y de jabón, de calor de cocina y de plancha.

Sus manos han descolgado ropa húmeda, la secaron al fuego de la chimenea, la doblaron con prolijidad, la distribuyeron en el lugar idóneo, tendieron camas y ordenaron la vida, hicieron la comida tantas veces como marcó el hambre y el reloj.

Entraron leña, atizaron las llamas, hicieron bizcochos en el horno de la tarde, aplacaron discusiones, equilibraron con caricias, disolvieron tensiones en sonrisas.

Hoy, una y otra vez, sus manos hicieron el hogar. Y cerca de las manos, tan cerca que casi está en ellas, el corazón inspirando cada minuto, sostuvo a lo largo y a lo ancho del día la voluntad de amar.

Ella igual a sí misma, tan igual como este “cada vez” de tantos “cada día” y en su suma la duración de la vida, y en ella su milagro de transformación en todo lo que la rodea. Se siente como cada tablón de un escenario viejo, donde siempre se renuevan los artistas, son novedosas las situaciones y los textos. Porque en el mundo por sus manos sostenido, todo cambia.

Se abre a la aventura del Universo la conciencia de sus hijos. Los ve transformándose en sus inquietudes, en sus actitudes y en sus temas. Sobre los mismos tablones en que se mecieron sus cunas y pisaron los pasos primeros, hoy empiezan a vestirse los primeros sueños, los planes y las conmovedoras incertidumbres, hoy se libran los duelos que entre el cielo y la tierra lleva el hombre desde que nace a la conciencia el despertar de su espíritu, hasta la simple muerte de lo simplemente mortal.

Hoy se abren sus espacios y buscan sus caminos, hoy se buscan hacia adentro y se orientan hacia fuera, hoy sueñan con volar alto. Y sus maternas manos saben como duele prenderse de la roca en la escalada, saben como arde el sol del esfuerzo o como se llagan trabajando la tierra cuando el alma se desvela en la aspiración de la cosecha mientras siembran..

Sus manos saben tanto...! Un dolor tan humano como grande en su ternura, llora el llanto que ellos aún no lloran. Aún no saben como azota el desconcierto, la incertidumbre que crece cuando aumentan las noches a lo largo de la vida, cuando se desproporcionan las exigencias y la pelea es sólo por impedir el derrumbe de la esperanza.

 En este amor que penetra el tiempo y ama aún después de hoy, y llega a amar en solidaria compañía él “quién sabe qué” y “quién sabe dónde” de cada una de sus vidas, dar la solidez del refugio donde todo es comprendido y perdonado, donde vive la paciencia y la fuerza de la perseverancia, donde inmóvil y fiel - con tenacidad de faro y abrigo de muelle - siempre se abrirá el abrazo, sus manos saben qué perpetua es la ofrenda de la caricia que tan sólo espera ser recibida.

Es todo. Es el máximo del amor, que duele de amar tanto, y sus manos saben que son capaces de sostener el para siempre. Tal vez porque otra vez es de noche y otra vez se siente tan cansada, conoce el mérito de sobreponerse siempre, al creer que su vida vale porque en ofrenda muere.


                                      Cristina Maeso. 
                              Abogada. Montevideo. 1949











sábado, 14 de julio de 2012

LEJANÍA....




Como el sendero blanco porque vuela mi verso,
eres tú, toda llena de cosas extrañas.
Llevas algo de extraño, de sutil y disperso
como el polvo que dejan atrás las caravanas.

Amas la lejanía y eres la lejanía.
No has soñado jamás con la paz de tus lares.
Tienes el gesto claro y la blanca osadía
de las velas que parten hacia todos los mares...

Todo camino sabe de tu huella. Los montes
y el viento te desean. Tú -sin saber, acaso-
reclinas tu cabeza sobre los horizontes,
como sobre el regazo.

Y otra vez al camino, al viaje comenzado,
a las cosas lejanas del dolor y la muerte.
Si alguna vez, mujer, pasaras por mi lado
yo no podría detenerte.

Me quedaría inmóvil. No me querría asir
a tu pálida vesta de ensueños y azahares;
sólo por la tristeza de mirarte partir
como una vela blanca hacia todos los mares...


                                                 (De "El Canto en la Sombra")
                                             Romeo Murga. Poeta Chileno 1904-1925







sábado, 7 de julio de 2012

¿QUÉ ES UNA LÁGRIMA?


                                                     Pintor: Daniel Gerhathz.

Podría dar la fórmula química de la lágrima. Pero sería una tontería. Todos sabemos que la lágrima no es nada más que unas letras mayúsculas y unos números chiquitos, un líquido que sirve para lavar el globo ocular, corno dijo una vez un crítico en un comentario literario.

La lágrima lava también otras cosas.

La lágrima abre su corola celeste sobre un signo de interrogación. A veces es una pregunta. A veces es una respuesta. Pero siempre es un mensaje. Pero siempre es una mano que se tiende, suplicante y abierta, en busca de otra mano que la estreche.

Y nace lejos de los ojos.

Nace en una región de adentro, ésa que el miedo paraliza; ésa que la emoción o la tristeza dejan un instante como suspendida en el aire, igual que cuando bajamos en un ascensor demasiado rápido; ésa que evidencia que existe justamente en el momento en que la amargura la define con un cosquilleo, con una vuelta de tuerca, con un temblor.

¿Qué es una lágrima?

Una lágrima es, un poco, decir adiós a lo que los ojos vieron antes de la lágrima.

Porque las imágenes anteriores ya no serán las mismas.

Porque cada vez que las miremos, después de la lágrima, las imágenes estarán impregnadas de su humedad salada, de ese sombrío fuego que quemó nuestros párpados.

Nada es igual después de una lágrima.

Ni la alegría, ni el dolor, ni la luz, ni la fe, ni la amistad, ni el amor.

Pero creo que lo que más cambia una lágrima... es al ser que la llora.

A mí me fueron cambiando las lágrimas que derramé en mi vida: la que inauguró la soledad de mi infancia; la que suplantó el grito de rebeldía por las injusticias que se cometieron con mi adolescencia; la que brilló como la estrella de Belén para indicarme el camino que llevaba al sendero bello y cambiante del amor.

La que me borró el espejismo de que cada uno, en el mundo, tenía adjudicado su techo, su pedazo de pan, su cuota de alegría, su renovado asombro cotidiano.

La que me despertó frente al blanco envoltorio desde donde una niña recién nacida, en mitad de la noche, me hizo madre y mujer y rescató los pagos de mis comienzos, que se me habían perdido detrás de una maraña de rabias y de ausencias, de negaciones, de golpes, de inútiles.

Si, a mí me fueron cambiando las lágrimas que derramé en mi vida.

La que corrió por tu rostro cayendo de mis ojos, resbaló por tu cuello, humedeció tu pecho y regó tu corazón haciéndolo más blando y comprensivo.

Esa lágrima que, no sé por qué magia, por qué milagro inesperado, disolvió las espinas que suelen ir creciendo en las personas que se aman, y las van arañando sin que lo adviertan, y van impidiendo que uno se acerque al otro por miedo a lastimarse y por miedo a lastimar, y uno no quiere decir que las ve, que las toca, que las siente, sino que cierra los puños y los ojos y las niega, las niega, las niega. Tres veces, como Pedro, antes que cante el gallo de la lágrima y despierte la verdad y, por fin, despierte la verdad. .. sin fórmulas químicas, sin ecuaciones, sin tontos prejuicios... Todo por una lágrima, una simple lágrima. Esa que atora al mundo, y el mundo... se empeña en no llorar.

(Poldy  Bird)





martes, 3 de julio de 2012

INFANCIA......




 Maravilloso mundo el de la infancia,
mundo de inocencia y fantasías,
mundo de juegos, mundo de hadas,
mundo de fantásticas mentiras.

Mundo de los cuentos increíbles,
mundo de color y maravilla,
mundo de las noches estrelladas,
mundo donde el sol siempre nos brilla.

Mundo de los sueños inocentes,
mundo feliz, mundo sin prisa,
mundo de las vidas incipientes,
mundo que al crecer se nos retira.

Mundo al que nos trae el nacimiento,
mundo que por un tiempo disfrutamos,
mundo de ilusiones, mundo contento,
mundo que un buen día abandonamos.

Si pudiéramos parar el tiempo
y en la infancia quedar eternizados,
disfrutaríamos por siempre el bello sueño
que a la infancia le ha sido regalado.


                                                 Cástulo  Gregirisch.  Cuba, 1938





Imágenes de Chantal Poulin.