EXPERIENCIAS PARA COMPARTIR CON PERSONAS "JUBILOSAS" QUE AMAN LA VIDA Y LA BELLEZA.

jueves, 22 de diciembre de 2011

LOS POETAS CANTAN A LA NAVIDAD...


La adoración de los Magos



Reyes que venís por ellas,

no busquéis estrellas ya;

porque donde el Sol está

no tienen luz las estrellas.


No busquéis la estrella ahora;

que su luz ha oscurecido

este Sol recién nacido

en esta Virgen Aurora.


Y no hallaréis luz en ellas.

El Niño os alumbra ya.

Porque donde el Sol está

no tienen luz las estrellas.


Lope de Vega, 1562-1635.







domingo, 18 de diciembre de 2011

LOS POETAS CANTAN A LA NAVIDAD...



JUNTO AL ESTABLO HAY UN PINO

Junto al establo hay un pino

todo cubierto de escarcha.

¿Qué haces ahí, centinela

–alfil de nieve cuajada–,

en esta noche en que el fuego

baja a la tierra y la abrasa?


Avienta lejos el frío

que te entumece las ramas.

Enciendete en esa hoguera

que brota desde la paja.


Aprende a ser leña viva

que se entrega y se desangra

en la noche que ya anuncia

los despertares del alba.



(Ernestina de Champourcín, 1905–1999)





viernes, 16 de diciembre de 2011

LOS GRANDES POETAS CANTAN A LA NAVIDAD.....



Villancico de las manos vacías

Yo tenía

tanta rosa de alegría,

tanto lirio de ilusión,

que entre mano y corazón

el Niño no me cabía...

Dejé las rosas primero.

Con una mano vacía

–noche clara y alba fría–

me eché a andar por el sendero.

Dejé los lirios después.

Libre de mentiras bellas,

me eché a andar entre estrellas

con sangre y nieve en los pies.

Y sin aquella alegría,

pero con otra ilusión,

llena la mano y vacía,

cómo Jesús me cabía

–¡y cómo me sonreía!–

entre mano y corazón.


(José María Pemán, 1897–1981)








Zagalejo de perlas,
hijo del Alba,
¿dónde vais que hace frío
tan de mañana?

Como sois lucero
del alma mía,
al traer el día
nacéis primero;
pastor y cordero
sin choza y lana,
¿dónde vais que hace frío
tan de mañana?

Perlas en los ojos,
risa en la boca,
las almas provoca
a placer y enojos;
cabellitos rojos,
boca de grana,
¿dónde vais que hace frío
tan de mañana?

Que tenéis que hacer,
pastorcito santo,
madrugando tanto
lo dais a entender;
aunque vais a ver
disfrazado el alma,
¿dónde vais que hace frío
tan de mañana?


Lope de Vega.









martes, 13 de diciembre de 2011

ROMANCE DEL ESTABLO DE BELÉN.




Al llegar la medianoche
y romper en llanto el Niño,
las cien bestias despertaron
y el establo se hizo vivo...

Y se fueron acercando
y alargaron hasta el Niño
sus cien cuellos, anhelantes
como un bosque sacudido.

Bajó un buey su aliento al rostro
y se lo exhaló sin ruido,
y sus ojos fueron tiernos,
como llenos de rocío...

Una oveja lo frotaba
contra su vellón suavísimo,
y las manos le lamían,
en cuclillas, dos cabritos...

Las paredes del establo
se cubrieron sin sentirlo
de faisanes y de ocas
y de gallos y de mirlos.

Los faisanes descendieron
y pasaban sobre el niño
su ancha cola de colores;
y las ocas de anchos picos

Arreglábanle las pajas;
y el enjambre de los mirlos
era un vuelo palpitante
sobre del recién nacido...

Y la Virgen entre el bosque
de los cuernos, sin sentido,
agitada iba y venía
sin poder tomar al Niño.

Y José sonriendo iba
acercándose en su auxilio...
¡Y era como un bosque todo
el establo conmovido!


Gabriela Mistral.




domingo, 11 de diciembre de 2011

LOS LIBROS BUENOS NUNCA MUEREN....



























miércoles, 7 de diciembre de 2011

LA LEYENDA DE LOS SENTIMIENTOS.....



"Cuenta la leyenda que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:


- ¿Jugamos al escondite?



La INTRIGA se levantó con los ojos fruncidos, y la CURIOSIDAD sin poder contenerse preguntó:
- ¿Al escondite? ¿Y cómo es eso?



Es un juego –explicó la LOCURA—en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y, cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.



El ENTUSIASMO se halló secundado por la EUFORIA. La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso la APATÍA a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse, ¿para qué? Si al final siempre le hallaban. La SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo, lo que le molestaba era que la idea no había sido suya), y La COBARDÍA prefirió no arriesgarse.



- Uno, dos, tres.... comenzó a contar la LOCURA.



La primera en esconderse fue la PEREZA, que como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.



La GENEROSIDAD, casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: ¿qué tal en un lago cristalino? ¡ Es ideal para la BELLEZA!; ¿Y si lo hago en la rendija de un árbol? Perfecto para la TIMIDEZ. ¿Y si en el vuelo de una mariposa? ¡Lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD! ¿Por qué no en una ráfaga de viento? ¡ Magnífico para la LIBERTAD!


Así que terminó por ocultarse en un rayito de sol. El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... eso sí, sólo para él.



La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (¡mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris) y La PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes. El OLVIDO...¡se me olvidó donde se escondió!... pero no es lo importante.



Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.



- ¡Un millón! – contó la LOCURA y comenzó a buscar.



La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de la piedra. Después escuchó a la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología, y a la PASIÓN y al DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.



En un descuido encontró a la ENVIDIA, y claro, pudo deducir donde estaba el TRIUNFO. Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo; él solito salió desesperado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas.



De tanto caminar sintió sed y al acercarse al algo descubrió a la BELLEZA. Y con la DUDA resultó más fácil todavía pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún en que lado esconderse.



Así fue encontrando a todos: el TALENTO entre la hierba fresca, la ANGUSTIA en una oscura cueva, la MENTIRA detrás del arco iris... (¡Mentira, ella estaba en el fondo del océano!) y hasta el OLVIDO, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.



Pero sólo el AMOR no aparecía por ningún sitio.



La LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba a punto de darse por vencida, divisó un rosal y las rosas... Y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR y la LOCURA no sabía que hacer para disculparse; lloró, rogó, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo.


Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra,



EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE, SIEMPRE, LE ACOMPAÑA.


Mario Benedetti.




sábado, 3 de diciembre de 2011

POBREZA A LOS DIEZ AÑOS......


Toda mi angustia tuvo la forma de un zapato.
de un zapatito roto, opaco, desclavado.
El patio de la escuela... Apenas tercer grado...

Qué largo fue el recreo, el más largo del año.
Yo sentía vergüenza de mostrar mi pobreza.
Hubiera preferido tener rotas las piernas
y entero mi calzado. Y allí contra una puerta
recostada, mirando, me invadía el cansancio
de ver cómo corrían los otros por el patio.


Zapatos con cordones, zapatos con tirillas,
todos zapatos sanos. Me sentía en pecado
vencida y diminuta, mi corazón sangrando...

Si supieran los hombres cuánto a los diez años
puede sufrir un niño por no tener zapatos...
Qué anticipo de angustia. Todavía perdura
doliéndome el pasado. El patio de la escuela
y aquel recreo largo...


Mi piececito trémulo, miedoso, acurrucado.
Mi infancia entristecida, mi mundo derrumbado.
Un pájaro sin alas, tendido al pie de un árbol.
La pobreza no tiene perdón a los diez años.


Matilde Alba Swann.

Argentina, 1912- 2000.