Los vientos y las lluvias de los monzones azotaban la cumbre de la montaña en un gélido día de invierno.....
Nadie se atrevía a subir por el camino excepto una viejecita frágil y encorvada que, andando con dificultad se apoyaba fuertemente en su bastón.....
Un pastor, que desde su choza en la falda de la montaña la veía, le gritó: "¡No podréis llegar a la cumbre con esta tormenta!"
La anciana, sin aflojar el paso, le contestó: "Mi corazón ha estado allá arriba toda mi vida. Ahora sólo estoy llevando mi cuerpo a reunirse con él. Eso es muy fácil".
Nadie se atrevía a subir por el camino excepto una viejecita frágil y encorvada que, andando con dificultad se apoyaba fuertemente en su bastón.....
Un pastor, que desde su choza en la falda de la montaña la veía, le gritó: "¡No podréis llegar a la cumbre con esta tormenta!"
La anciana, sin aflojar el paso, le contestó: "Mi corazón ha estado allá arriba toda mi vida. Ahora sólo estoy llevando mi cuerpo a reunirse con él. Eso es muy fácil".
"Donde está tu tesoro, allí está tu corazón...."
Carlos G. Vallés.
Carlos G. Vallés.
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