Cantaban las aves
con el buen pastor
herido de amor.
Si en la primavera
canta el ruiseñor,
también el pastor
que está en la ribera,
con herida fiera,
con grande dolor,
herido de amor.
Los peces gemidos
dan allá en la hondura,
el viento murmura
en robles crecidos,
los cuales movidos,
siguen al pastor
herido de amor.
Las claras corrientes,
montes y collados,
praderas y prados,
cristalinas fuentes,
estaban pendientes
oyendo al pastor,
herido de amor.
Jerónimo de Arbolanche. ( Tudela. Navarra. Siglo XVI )
( Del Cancionero y Romancero español)
1 comentario:
Preciosos los sencillos versos y el cuadro.
Un abrazo desde estas montañas nevadas y feliz puente.
:-)
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