EXPERIENCIAS PARA COMPARTIR CON PERSONAS "JUBILOSAS" QUE AMAN LA VIDA Y LA BELLEZA.

jueves, 4 de agosto de 2011

RECUERDOS QUE NUNCA SE BORRAN.....





EL LAVADERO.


Estas fotografías me resultan entrañables. Cuando yo era niña y venía con mis padres a este pueblecito turolense a pasar las vacaciones de verano, había cosas que me resultaban muy curiosas por lo novedosas. En mi ciudad nunca las veía.



Pasaba largos ratos contemplando aquellas mujeres, casi siempre vestidas de oscuro o negro, que enjabonaban, restregaban y aclaraban sus rotas.

Yo pensaba entonces que era una faena muy pesada, pero que a su vez las señoras se lo pasaban muy bien porque hablaban…hablaban…se reían… Aquello era, pienso ahora, como “el telediario del pueblo”. Se contaban todas las novedades, lo que había ocurrido, lo que pronto iba a ocurrir y, quién sabe, si algún que otro “cotilleo”.

Cuando llegaba el turno de lavar las sábanas, siempre blancas y de algodón, después de bien enjabonadas las extendían al sol.

-¿Por qué pones al sol esa ropa, tía Pascuala?

-Ay, “maña”, para que se queden bien blancas.

Yo me quedaba pensando: ¿Será que en este pueblo no hay lejía?

La ropa blanca tenía que quedar muy blanca, “machismo blanca”, como decían ellas… Era como un desafío entre las vecinas. Cuanto más blancas las sábanas, más limpia era la dueña. Eso se cotizaba muy alto entre las mujeres del barrio.

Cuando he hecho estas fotografías he evocado aquellos recuerdos y me he sentido feliz.

Y es que, cuando eres niñas y te sorprende algo, queda grabado en tu memoría con tintas de muchos colores y ya nunca, nunca se borra.....




2 comentarios:

MARIA JOSE ABAD dijo...

Fijaté tiita,, siendo yo un poquico más joven que tu tengo los mismos recuerdos de las mujeres lavando ,, uuuyyy,, que nudo se me ha hecho desde el estomago hasta la gargantaa......

Clarissa Rodriguez dijo...

Edelia, que hermoso recuerdo y qué interesante lugar. El tema me interesa muchísimo. Recientemente he puesto una presentación en mi blog, “Día de Lavado”, recordando a aquellas nobles y sufridas mujeres que no contaban con nuestras modernas máquinas de lavar.
(Si no te importa, pondré un enlace para que desde mi “Día de Lavado” se pueda ir a este maravilloso lugar)
Un abrazo, querida amiga!