DALE VIDA A LOS SUEÑOS.....

Lienzo de Vicente Romero.

No hace muchos días que ya puse una entrada que algo tenía que ver con los sueños. Hoy vuelvo otra vez sobre el tema, pero esta vez de la mano de Mario Benedetti. ¿Por qué será que me atrae tanto este tema? Es tan amplio y variado el campo de los sueños…. . Es que el sueño parece ser un sitio en nuestra mente donde logramos ser escenario, actor, director y hasta espectador….

Pero el director de la obra ¿quién es? Porque al despertar del sueño observas con sorpresa que para ti, que eres quien ha soñado, el autor del sueño es un “respetable desconocido”.

Bien pensado, los cuentos, las leyendas, los poemas, la literatura en general ¿no es un sueño tejido por la privilegiada imaginación del autor?

Decía el Dr. Marañón: “Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir, y no dormir sin soñar…..”

Son muchas las veces que, en la vida real, vemos cosas que inevitablemente nos llevan a la pregunta: ¿Por qué? Pero son también muchas las veces que soñamos cosas que nos hacen exclamar: ¿Por qué no?

Hemos de reconocer que Calderón estaba muy acertado: “Que todo en la vida es sueño…..”

¿O no es así?

Lienzo de Cayetano de Arquer.


Dale vida a los sueños

Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.

Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastío, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.

Dale vida a tus sueños y, con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento, susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo con caricias, bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.

Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despierto.

Mario Benedetti.