EXPERIENCIAS PARA COMPARTIR CON PERSONAS "JUBILOSAS" QUE AMAN LA VIDA Y LA BELLEZA.

miércoles, 12 de junio de 2013

LA HUELLA.......





" Por donde pases, deja una huella. Para eso no es necesario que pises fuerte, que te hagas notar con tu autoritarismo, que trates de llamar la atención.

No... no son tus voces de mando, ni tu aspereza, ni tu rigor lo que marcará el lugar que has ocupado en el trabajo o  en tu casa.

Será, sobre todo, eso... de ti que has  dado con amor,  la palabra al que necesitaba aliento, la sonrisa al que se acercaba a ti, el consejo al que te lo pedía, la generosidad para comprender los motivos que llevan a algunos a cometer errores, a herir a  golpear.

Cuando no te agradecen algo que has hecho por otro... piensa que no lo has hecho con sinceridad... pues siempre se agradece lo que es generoso,  auténtico.

Conozco mucha gente que sólo hace favores para que se los agradezcan, o para pregonarlos y que digan: “qué bueno”,  "qué maravilla”.

Eso no deja huellas, ni corazones encendidos con lámparas votivas.

Para dejar huellas, hay que quedarse un poco en lo que se hace, la tiza dibujando palabras en el pizarrón del grado,... la mano apretando con tibieza la manita del hijo.....

Para dejar una huella, aunque sea chiquitita como una cacerola de violetas, no importa su tamaño, sino el signo que indique que pasaste por allí."

                                        Poldy Bird.



 Etiqueta: Textos.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo q a diario vamos dejando huellas, unas mas significativas que otras, aunque muy pocas veces son apreciadas, vivimos tan freneticamente q muchas veces no vemos pequenos gestos que hacen grandes nuestras vidas. Que delicioso que se parara el reloj en momentos que dejaran huellas en nuestros corazones. Hoy me pare con mi hija de 6 anos a oler unas flores en una floristeria no se paro ninguna manecilla de ningun reloj y la tierra siguio girando, pero se que en algun momento del tiempo futuro mi hija recordara este dias.
Gracias por tan buena entrada. Saludos desde otras tierras.

Doña Eñe dijo...

Muy cierto y muy bello, Edelia.
Los pequeños detalles, esas huellas minúsculas que llenan nuestra vida de alegría.
No puedo olvidar ese delicioso postre que me preparaba mi padre con taquitos de membrillo y queso unidos por un palillo...
Un abrazo.