El discípulo:
Tu lenguaje, Señor, es muy sencillo,
mas no así el de tus discípulos
que hablan en tu nombre.
Yo comprendo la voz de tus alas
y el silencio de tus árboles.
Comprendo la escritura de tus estrellas
con que nos explicas el cielo.
Comprendo la líquida redacción de tus ríos
y el idioma soñador del humo,
en donde se evaporan
los sueños de los hombres.
Yo entiendo, Señor, tu mundo,
que la luz nos describe cada día
con su tenue voz.
Y beso en la luz la orilla de tu manto.
El viento pasa enumerando
tus flores y tus piedras.
Y yo, de rodillas,
te toco en la piedra y en la flor.
A veces pego mi oído
al corazón de la noche
para oír el eco de tu corazón.
Tu lenguaje es sencillo, mas no así
el de tus discípulos que hablan en tu nombre.
Pero yo te comprendo, Señor.
Rabindranath Tagore.
Etiqueta: Poesía.
3 comentarios:
¡Qué belleza, Edelia!
Esa sensibilidad de Tagore es realmente extraordinaria.
Gracias Edelia por compartirlo
Gracias a ti por tu visita.
Un abrazo,amiga.
Rabindranath tagore, uno de mis preferidos. Monstruo de la literatura, maestro de las metáforas´, belleza sin tiempo. Palabras hechizadas ¡Cómo me gusta ! Felicitaciones ! ¡Mucha luz !
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