Hemos terminado el año 2011. Todos los años encierran un aprendizaje, por eso vamos cambiando. Nuestro cambio trae consigo una nueva apreciación de cuanto nos rodea.
Cuando el año finaliza todos dejamos partir algo que nos acompañó y que considerábamos importante en nuestra vida: unos estudios, una amistad, una preocupación, una relación, una comodidad financiera, algún rasgo de nuestra personalidad…..algo queda atrás.
Y llega el nuevo año, acabamos de estrenar el 2012. Convocamos fuertes cambios, que se cumplirán o no, pero los deseamos. Convocamos fuertes tormentas que arrastrarán todo aquello que nos pesaba, nos distraía, nos impedía ver más adelante en nuestro camino.
2012 será un tiempo para reorganizar nuestra energía, para tomar decisiones, para consolidar nuestros propósitos, para dar forma a aquello que realmente deseamos que ocupe un lugar preferente en nuestra vida. Será tiempo para construir aquello que el huracán de la vida dejó maltrecho. Será tiempo para construir un nuevo modelo de vida si con el pasado no nos sentíamos felices. Será tiempo para, consciente y cuidadosamente, elegir con responsabilidad el modelo de vida que vamos a crear.
Con el 2012 estamos ante un bello horizonte, un campo verde con nuevo aire para respirar, un escenario ideal para proponernos y conseguir que nuestra vida sea plena.
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3 comentarios:
Que hermosa reflexión la que nos regalas, Edelia.
Que ese "bello horizonte" sea generoso en salud, en prosperidad espiritual, en energía para disfrutar y compartir.
Un gran abrazo, amiga!
Estupenda refelxión, Edelia. Nos hará falta cargarnos de buenos pensamientos y afrontar las cosas con calma, sobre todo teniendo en cuenta que los vaticinios para este año, recién estrenado, no son muy halagüeños.
Un beso
Gracias por leerme, amigas. Ojalá que mis buenos deseos os llene el recien estrenado 2012. Un abrazo.
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