¿No la conocéis? Entonces
imaginadla, soñadla.
¿Quién será capaz de hacer
el retrato de la amada?
Yo sólo podría hablaros
vagamente de su lánguida
figura, de su aureola
triste, profunda y romántica.
Os diría que sus trenzas
rizadas sobre la espalda
son tan negras que iluminan
en la noche. Que cuando anda,
no parece que se apoya,
flota, navega, resbala...
Os hablaría de un gesto
muy suyo..., de sus palabras,
a la vez desdén y mimo,
a un tiempo reproche y lágrimas,
distantes como en un éxtasis,
como en un beso cercanas...
Pero no: cerrad los ojos,
imaginadla, soñadla,
reflejada en el cambiante
espejo de vuestra alma.
Gerardo Diego.
2 comentarios:
Gracias, amiga, por compartir esta poesía tan bella de Gerado Diego; no la conocía.
La imagen de la persona amada siempre es más hermosa en el corazón que en el más fiel de los retratos.
Un abrazo.
:)
Qué hermosos versos, Edelia. Gracias por compartirlos.
Me recordó aquellos lejanos días cuando de mi adolescencia... el primer amor y todo aquello...
Muchas evocaciones!
Un gran abrazo, amiga querida
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