Por el hueco estrecho
de la chimenea,
se coló la luna
de la Nochebuena.
Esparció sus rayos
por la casa entera,
pero nadie había
que pudiera verla.
Recaló en los cuartos,
traspasó las puertas;
pero no vio nada,
nada sino pena.
Polvo en los escaños,
polvo en la alacena,
polvo en la tarima
del hogar sin leña.
Y la luna triste
de la Nochebuena
preguntó a las cosas
la razón cuál era.
Pero ¡ay! las cosas,
tan calladas ellas,
se quedaron mudas
tras su polvoriencia.
En la luz difusa
de la aurora, mientras,
se perdió la luna
de la Nochebuena.
Y quedó en la casa
su constante piedra;
fría, como siempre;
sola, pero bella.
de la chimenea,
se coló la luna
de la Nochebuena.
Esparció sus rayos
por la casa entera,
pero nadie había
que pudiera verla.
Recaló en los cuartos,
traspasó las puertas;
pero no vio nada,
nada sino pena.
Polvo en los escaños,
polvo en la alacena,
polvo en la tarima
del hogar sin leña.
Y la luna triste
de la Nochebuena
preguntó a las cosas
la razón cuál era.
Pero ¡ay! las cosas,
tan calladas ellas,
se quedaron mudas
tras su polvoriencia.
En la luz difusa
de la aurora, mientras,
se perdió la luna
de la Nochebuena.
Y quedó en la casa
su constante piedra;
fría, como siempre;
sola, pero bella.
Mariano Estrada. ( Villa Joyosa )
"Añorando los robles de hoja caduca de su tierra natal, Mariano Estrada vive ahora frente al mar, sustituyendo estos árboles por almendros y el aire de Zamora por la luz mediterránea". ( Por Belén García. Diario INFORMACIÓN ).
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