Allende, con su mano segura de escritora brillante, nos mostrará con la vida de la esclava “Teté” lo que fue la esclavitud y la lucha por las libertades en el Santo Domingo de finales del siglo XVIII.
«En mis cuarenta años, yo, Zarité Sedella, he tenido mejor suerte que otras esclavas. Voy a vivir largamente y mi vejez será contenta porque mi estrella –mi z´etoile– brilla también cuando la noche está nublada. Conozco el gusto de estar con el hombre escogido por mi corazón cuando sus manos grandes me despiertan la piel. He tenido cuatro hijos y un nieto, y los que están vivos son libres.
“Mi primer recuerdo de felicidad, cuando era una mocosa huesuda y desgreñada, es moverse al son de los tambores…”
“ Golpeo el suelo con las plantas de los pies y la vida me sube por las piernas, me recorre el esqueleto, se apodera de mi, me quita la desazón y me endulza la memoria. El mundo se estremece. El ritmo nace en la isla bajo el mar, sacude la tierra, me atraviesa como un relámpago y se va al cielo llevándose mis pesares.»
«Los tambores vencen al miedo. Los tambores son la herencia de mi madre, la fuerza de Guinea que está en mi sangre. Nadie puede conmigo entonces, me vuelvo arrolladora como Erzuli, loa del amor, y más veloz que el látigo.»
«Baila, baila, Zarité, porque esclavo que baila es libre… mientras baila.»
"LA ISLA BAJO EL MAR" . ISABEL ALLENDE.
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