llevo los vicios:
los ajenos delante,
detrás los míos.
Esto hacen todos;
así ven los ajenos,
mas no los propios.
EXPERIENCIAS PARA COMPARTIR CON PERSONAS "JUBILOSAS" QUE AMAN LA VIDA Y LA BELLEZA.
Trabajo más que cualquier mortal, pero más fácilmente porque lo hago segundo a segundo. No los quiero hacer todos a la vez. Nunca me preocupo de lo que hice ayer, ni de lo que tendré que hacer mañana. Mi ocupación es de hoy, aquí y ahora. Sé que si hago lo de hoy bien, no tendré que molestarme por el pasado ni preocuparme por el futuro. Tú que eres persona, si quieres vivir tan tranquilo y tan feliz como yo, no trates de vivir toda tu vida, ni echarte todo el peso de tu trabajo en un solo día. ¡Vive ahora, vive el momento! Haz el trabajo de cada día en su día... Te convencerás, que si se toma tiempo, siempre hay tiempo para todo. Hay un modo difícil y un modo fácil de hacer el trabajo que tiene que hacerse. Si quieres encontrar el modo fácil, mírame a mi..... Nunca me preocupo, nunca me apresuro; ¡pero nunca me retraso! ¡Lo que tengo que hacer lo hago! ¡¡ Es este el secreto !! (No conozco en autor, pero reconozco su ingenio)
|
Pintura de Isabel Guerra.
Cuando yo llegue a vieja
-si es que llego-
y me mire al espejo
y me cuente las arrugas
como una delicada orografía
de distendida piel.
Cuando pueda contar las marcas
que han dejado las lágrimas
y las preocupaciones,
y ya mi cuerpo responda despacio
a mis deseos,
cuando vea mi vida envuelta
en venas azules,
en profundas ojeras,
y suelte blanca mi cabellera
para dormirme temprano
-como corresponde-
cuando vengan mis nietos
a sentarse sobre mis rodillas
enmohecidas por el paso de muchos inviernos,
sé que todavía mi corazón
estará -rebelde- tictaqueando
y las dudas y los anchos horizontes
también saludarán
mis mañanas.
Gioconda Belli. Nicaragua, 1948.
.
“De colores,
de colores se visten los campos en la primavera…
De colores,
de colores son los pajaritos que vienen de fuera……”
O aquella otra tan conocida:
“Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
me dio dos luceros que cuando los abro
perfecto distingo el negro del blanco……”
¡¡¡ Enhorabuena, Joan Báez, por tan alta distinción !!!
Allende, con su mano segura de escritora brillante, nos mostrará con la vida de la esclava “Teté” lo que fue la esclavitud y la lucha por las libertades en el Santo Domingo de finales del siglo XVIII.
«En mis cuarenta años, yo, Zarité Sedella, he tenido mejor suerte que otras esclavas. Voy a vivir largamente y mi vejez será contenta porque mi estrella –mi z´etoile– brilla también cuando la noche está nublada. Conozco el gusto de estar con el hombre escogido por mi corazón cuando sus manos grandes me despiertan la piel. He tenido cuatro hijos y un nieto, y los que están vivos son libres.
“Mi primer recuerdo de felicidad, cuando era una mocosa huesuda y desgreñada, es moverse al son de los tambores…”
“ Golpeo el suelo con las plantas de los pies y la vida me sube por las piernas, me recorre el esqueleto, se apodera de mi, me quita la desazón y me endulza la memoria. El mundo se estremece. El ritmo nace en la isla bajo el mar, sacude la tierra, me atraviesa como un relámpago y se va al cielo llevándose mis pesares.»
«Los tambores vencen al miedo. Los tambores son la herencia de mi madre, la fuerza de Guinea que está en mi sangre. Nadie puede conmigo entonces, me vuelvo arrolladora como Erzuli, loa del amor, y más veloz que el látigo.»
«Baila, baila, Zarité, porque esclavo que baila es libre… mientras baila.»
"LA ISLA BAJO EL MAR" . ISABEL ALLENDE.
No importa el tiempo, la ausencia, los aplazamientos, la distancia, las imposibilidades.
Cuando hay afinidades, cualquier reencuentro retoma la relación, el diálogo, la conversación el afecto, en el punto exacto en el que fue interrumpido.
AFINIDAD es la victoria de lo adivinado sobre lo real, de lo subjetivo sobre lo objetivo, de lo permanente sobre lo pasajero, de lo básico sobre lo superficial.
Tener afinidad es muy raro. Pero, cuando existe, no precisa de códigos verbales para manifestarse.
Ella existía antes del conocimiento, irradia durante él y permanece después de que las personas dejen de estar juntas.
AFINIDAD es pensar lejos, pensando parecido respecto a dos mismos hechos que impresionan, conmueven, sensibilizan.
AFINIDAD es recibir lo que viene de dentro con una aceptación anterior al conocimiento.
AFINIDAD es sentir con... no sentir contra... Sentir con es no tener necesidad de explicación AFINIDAD de lo que se está sintiendo. Es mirar y percibir.
A es un sentimiento singular, discreto e independiente.
Puede existir a kilómetros de distancia, pero es adivinado en la manera de hablar, escribir, andar, respirar...
AFINIDAD es retomar la relación en el momento en que se detuvo.
La separación fue sólo una oportunidad dada por el tiempo para que la maduración pudiera darse y que cada persona pudiese ser cada vez más.
- Artur da Távola -
Aquel roble que asoma por tan alto,
el más viejo quizá de todo el monte,
al viento que pasaba le decía,
que por viejo él era el padre de ese bosque,
que de toda la distancia que miraba,
fue sin duda el primero de los robles.
Y le hablaba con orgullo de sus siglos,
de otras formas que hace mucho tuvo el lago,
de sentir temblar la tierra tantas veces,
allá cuando los ríos se formaron,
que ese cerro en otro tiempo conversaba,
un lenguaje de fuego hoy apagado.
En mi sombra se durmieron tantos años,
vi llegar y vi partir más de una raza,
yo di lumbre a la noche de los hombres,
que pasaban por esas rastrilladas,
¿quién me puede hablar a mi de otras edades,
si hasta creo que nací con la montaña?
Entonces, dijo el viento en ese idioma,
sintiéndose tan joven todavía:
si es verdad que conociste todo aquello,
¿cómo puedes hablarme de la vida?
pues serás el más antiguo de los robles,
pero olvidas que yo traje tu semilla…
pero olvidas que yo traje tu semilla…
( Marcelo Babel )
Y así fue como Dios le dio a la amistad el don de la eternidad y la adornó con preciosos colores y con toda belleza posible para que el hombre la admire.
En mi jardín hay rosas
yo no te quiero dar
las rosas que mañana...
mañana no tendrás.
En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy, que tienen
alas para volar...
En mi jardín abejas
labran fino panal
¡Dulzura de un minuto...
no te la quiero dar!
Para ti lo infinito
o nada; lo inmortal
o esta muda tristeza
que no comprenderás...
La tristeza sin nombre
de no tener que dar
o quien lleva en la frente
algo de eternidad...
Deja, deja el jardín...
no toques el rosal:
Las cosas que se mueren
no se deben tocar.
( Dulce María de Loynaz ).