El legado monumental de Aranda de Duero data de los siglos XV y XVI, época de máximo esplendor de la villa.
En ella encontramos soberbios edificios de gótico final, arquitectura que aúna la monumentalidad gótica con la severidad y gravedad que impregna el alma castellana..
En una de las calles principales este magnífico templo de Santa María la real ( Siglo XV )
La calle estrecha no permite captar la fachada del templo con toda su grandeza.
Como final de esta reseña de Aranda, ciudad que atraviesa el río Duero, la baña, la recorre e inunda con sus aguas de cambiantes reflejos, traeré aquí unas coplillas que leí en cierto lugar:
Aranda, Aranda, Arandilla,
Aranda de mi consuelo,
¡ quién estuviera en Aranda,
aunque durmiera en el suelo!
Aranda de mi consuelo,
¡ quién estuviera en Aranda,
aunque durmiera en el suelo!
¡Termino, otro día más !
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