Decía el poeta Machado que en Soria la primavera “tarda”. De Teruel también se puede decir lo mismo. De allí vengo. Las vacaciones de Pascua allí las he pasado. Es cierto que la primavera “tarda”, hasta hemos visto nevar. Del frío para qué hablar, pero con buena calefacción se soporta muy bien.
Me gusta el sosiego y la tranquilidad que se disfruta en esos sitios escondiditos, alejados, ignorados….
No me gusta vivir sólo volcada al exterior. No me gusta dispersarme en la multitud. No me gusta vivir siempre rodeada de ruidos. No me gusta vivir a un ritmo acelerado…..
Me gusta escuchar mi mundo interior, el que genera interrogantes: ¿quién soy yo? ¿qué soy yo? ¿dónde estoy yo? ¿hacia dónde camino?.......
El silencio me da paz, es un buen amigo. Pone en orden mis pensamientos. Analiza mis sentimientos. El silencio me escucha. El silencio da respuestas a mis incertidumbres, a mis dudas…..
Gracias al silencio se escuchan las cosas más pequeñas, las que casi no se ven, las que casi no se oyen: el sonido del viento, las gotas de agua sobre los cristales de la ventana, las hojas de los árboles que brotan, la flor que asoma a la vida, la Naturaleza que se despierta…..
Situada en estos ambientes viene a mi memoria los versos de Celaya:
A SOLAS SOY ALGUIEN.
A solas soy alguien.
En la calle, nadie.
A solas medito,
siento que me crezco.
Le hablo a Dios. Responde
cóncavo el silencio.
Pero aguanta siempre,
firme frente al hueco,
este su seguro
servidor sin miedo.
A solas soy alguien,
valgo lo que valgo.
En la calle, nadie
vale lo que vale.
En la calle reinan
timbres, truenos, trenes
de anuncios y focos,
de absurdos papeles.
Pasan gabardinas
pasan hombres "ene".
Todos son hombres como uno,
pobres diablos: gente.
En la calle, nadie
vale lo que vale,
pero a solas, todos
resultamos alguien.
A solas existo,
a solas me siento,
a solas parezco
rico de secretos.
En la calle, todos
me hacen más pequeño
y al sumarme a ellos,
la suma da cero.
A solas soy alguien,
valgo lo que valgo.
En la calle, nadie
vale lo que vale.
A solas soy alguien,
entiendo a los otros.
Lo que existe fuera,
dentro de mi doblo.
En la calle, todos
nos sentimos solos,
nos sentimos nadie,
nos sentimos locos.
A solas soy alguien.
En la calle, nadie.
Gabriel Celaya.
Fotografías de "aqueste lugar".
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4 comentarios:
Entiendo bien lo que dices. El silencio es el camino para escuchar los sonidos de la vida.
Supongo que habrás disfrutado mucho de esa paz y tranquilidad que tan bien reflejan las imágenes.
Yo también he intentado escuchar a mi alma, pero no he podido prestarle toda la atención que me hubiera gustado. Demasiadas disrupciones; aún así, en algunos momentos he compartido ese silencio del que hablas y lo aprecio.
Un abrazo
"A solas soy alguien,
entiendo a los otros"
Hermosos versos!
También es muy cierto lo que dice Hotel Existencia: "El silencio es el camino para escuchar los sonidos de la vida"
Gracias Edelia por compartir tan bellas imágenes, en fotos y en palabras y versos.
Un abrazo querida amiga.
Me alegro de tu escapada a Teruel y de que hayas disfrutado de ella en plenitud; efectivamente, el silencio es necesario para encontrarnos a nosotros mismos.
Preciosas tus palabras, las imágenes y precioso el poema de un maestro de la poesía como Celaya.
Sobre el frío, aquí hace mucho y las cumbres están nevadas; al ladito de la chimenea se está bien. Hoy, además, mucho viento y lluvia. La primavera tarda, sí.
Un abrazo.
:)
Gracias, amigas, por vuestra visita. Sois un encanto. Me gusta que os guste lo que a mi me gusta....
Un abrazo.
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