JUNTO AL ESTABLO HAY UN PINO
Junto al establo hay un pino
todo cubierto de escarcha.
¿Qué haces ahí, centinela
–alfil de nieve cuajada–,
en esta noche en que el fuego
baja a la tierra y la abrasa?
Avienta lejos el frío
que te entumece las ramas.
Enciendete en esa hoguera
que brota desde la paja.
Aprende a ser leña viva
que se entrega y se desangra
en la noche que ya anuncia
los despertares del alba.
(Ernestina de Champourcín, 1905–1999)
1 comentario:
¡maravillosos versos Edelia!
me apropio de los últimos:
"Aprende a ser leña viva
que se entrega y se desangra
en la noche que ya anuncia
los despertares del alba."
Me recordó aquellas ceremonias antiguas donde la ofrenda a Dios se disponía sobre un altar, para luego ser quemada.
Ofrenda y leños merecen ser quemados con mucho amor, humildad y gratitud a Dios por todas sus bondades.
Y como olvidar aquel madero vivo y ensangrentado; la mayor y más sublime ofrenda de amor.
Un abrazo querida Edelia!
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