Se dice, se cuenta ….
Que paseaba un padre con su hijo por el campo. El padre disfrutaba haciéndole observar todos cuantos detalles hallaban a su paso. Después de un sin fin de preguntas siguió un pequeño silencio y el padre le dijo al niño:
Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?
El niño agudizó sus oídos y algunos segundos después respondió:
Estoy escuchando el ruido de una carreta.
Eso es -dijo el padre-. Es una carreta vacía.
Muy sorprendido el niño, pregunta a su padre:
¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?
Entonces el padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, se sabe según el ruido que produce.
¡Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace!
El niño ya adulto y hasta hoy, cuando ve a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente, tiene la impresión de oír la voz de su padre diciendo:
"¡Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace!”