Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los Lestrigones ni a los Cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los Lestrigones ni a los Cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
Constantino Kavafis
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martes, 20 de enero de 2015
ITACA...........
miércoles, 19 de noviembre de 2014
SABIOS CONSEJOS......
“Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro.....
Todas estas
borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y
han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien
sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien
está ya cerca.”
Miguel de Cervantes.
Etiqueta: Citas.
domingo, 9 de noviembre de 2014
LA ACTITUD Y LOS GRANDES CAMBIOS.......
( Pintor: Donald Zolán )
¡Cuántas cosas pueden cambiar según la actitud que adoptemos ante ellas! La sombra puede convertirse en luz, la desesperanza en ilusión, la inseguridad en certeza. Una pendiente puedes convertirla en una planicie, una persona decaída puede transformarse en un ser eufórico....
La actitud ante la vida y ante los sucesos sería el "pequeño" gesto capaz de alcanzar la "gran" transformación. Mágica palabra que puede conseguir importantes cambios....
Esta reflexión me ha surgido cuando leía el siguiente párrafo de Viktor Frankl:
“Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra
actitud hacia la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos y, después,
enseñar a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de
la vida, sino que la vida espera algo de nosotros.
Tenemos que dejar de
hacernos preguntas sobre el significado de la vida y, en vez de ello, pensar en
nosotros como seres a quienes la vida les inquiriera continua e incesantemente.
Nuestra contestación tiene que estar hecha no de palabras ni tampoco de
meditación, sino de una conducta y una actuación correctas.
En última
instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta
correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida
asigna continuamente a cada individuo.”
( "El hombre en busca de sentido" )
Etiqueta: Reflexión .
domingo, 26 de octubre de 2014
PASEANDO EN OTOÑO......
Cuánto disfruto paseando por el campo. Todas las estaciones del año tienen su encanto. Ahora ha sido sólo un fin de semana. Cuando no se puede alargar más, es suficiente.
Me deleito observando el colorido particular de esta época del año, bellísimo.
Los campos se quedan desnudos, pasó el tiempo de ofrecer sus cosechas y ya lo hicieron. Ahora muestran esas tierras ya preparadas para la siembra, con colorido propio de paleta de pintor. Cuánta belleza......
Las ovejas buscan, pacientemente, granos del cereal que quedaron olvidados en el suelo. En esa búsqueda algo encuentran de su agrado, no paran de comer... Qué relajante es observarlas.
Una ramita de zarza nos ofrece sus moras.....
Las acerolas es fruto de otoño. Jamás conseguirás comerte una,salvo que esté totalmente madura, pero cuando lo están es un fruto muy dulce. Hay que probarlo.....
En el plato las acerolas son bella. Éstas han de esperar unos días para dejerse comer. Esperaremos......
Etiqueta: "Escapaditas".
domingo, 12 de octubre de 2014
REENCUENTRO ........
Muchos días han pasado desde la última vez que escribí en mi blog. A veces la vida se hace difícil y acontecimientos tristes ensombrecen nuestros días. El ánimo decae. Todo se hace difícil.....
En estas ocasiones se precisa gritar: ¡Adelante, no te detengas! ¡Ánimo, la vida sigue!
Así es. Pues aquí estoy, recordando la tan conocida frase de Fray Luis de León: ".... como decíamos ayer...." Cuando la vida se oscurece hay que buscar luz por todos los rincones.....
Dice Jorge Bucay :
"Nosotros aprendimos que la sabiduría no era dar
pescado, sino enseñar a pescar. Esto no existe más, es antiguo.
Hoy en día si le enseño a pescar y le regalo la
caña, quizás se muera de hambre, porque cuando sea grande no habrá un solo
pez que se pesque con esta caña que le regalé.
Sin embargo, algo puedo hacer por él.
Puedo enseñarle a ser capaz de crear su propia caña,
su propia red. Puedo sugerirle a mi hijo que diseñe su propia modalidad de
pescar. Para eso tengo que admitir con humildad que la enseñanza de cómo
yo pescaba no le va a servir más".
J. Bucay.
"El Camino de la Autodependencia"
jueves, 17 de julio de 2014
EL PROBLEMA ES NO PODER O NO QUERER OLVIDAR.
Me me parece tan hermoso lo que estaba leyendo en el libro que llevo entre manos, que no resisto la tentación de transcribir un pedazo de él. Hablo del libro "Lecciones de vida", de estos conocidos autores:
“Necesitamos
perdonar para poder vivir íntegramente la vida”
“A
todos nos han hecho daño; no merecíamos ese dolor, y no obstante nos hirieron.
Y, a decir verdad, es casi seguro que también hemos hecho daño a otros. El
problema no es el daño producido, sino el no poder o no querer olvidar. Ésa
es la herida que sigue doliendo”
“Tenemos
la opción de perdonar o de vivir con resentimiento”
“Cuando
no perdonamos, nos aferramos a viejas heridas, daños y disgustos. Conservamos
vivas las partes desdichadas del pasado y alimentamos nuestros resentimientos. Cuando
no perdonamos nos convertimos en esclavos de nosotros mismos”
“La
gente que se niega a perdonar necesita recordar que con ello no castigan a
nadie, sólo a sí mismos”
“El
perdón no significa dejar que la gente nos pisotee. Es caridad en el mejor
sentido de la palabra. Al perdonar, aceptamos que alguien no estaba en su mejor
momento cuando nos causo la herida”
“El
perdón ocurre en nuestro interior. Perdonamos para sanarnos. La conducta
del otro es su problema. No tenemos que perdonar la conducta: sólo necesitamos
perdonar a la persona”
“El
perdón no tiene que ver con la persona que nos hizo daño, así que no debemos
preocuparnos por ella. Lo que hizo probablemente tenía que ver más con ella
misma, con su mundo y sus problemas que con nosotros. Al dejar de preocuparnos
por ella nos sentiremos libres”
“Vengarnos
sólo nos proporciona, si acaso, una sensación temporal de alivio o
satisfacción. Después nos sentimos culpables por rebajarnos a la clase de
conducta que en principio nos pareció mal”
“El
resentimiento nos mantiene estancados. Conocemos bien este viejo terreno y
nos sentimos tan cómodos en él que consideramos que el perdón es como
aventurarse en lo desconocido”
“En
el perdón, recuperamos nuestro poder para vivir y florecer más allá de un
incidente ofensivo. Aferrarnos a la herida nos mantiene en un estado constante
de víctimas; con el perdón, superamos la herida”
“La
persona que más a menudo necesitamos perdonar es a nosotros mismos. Tenemos
que perdonarnos por lo que hemos hecho, y por lo que no hemos hecho”
“Con
frecuencia, sobre todo cuando somos jóvenes, nos sentimos responsables de todo
lo que pasa alrededor de nosotros, generalmente más de lo que debemos”
“La
clave para perdonarnos es comprender que si hubiéramos tenido una mejor visión
habríamos hecho las cosas de diferente manera”
“Creíamos
estar haciendo lo correcto, lo cual es la razón por la que debemos perdonarnos
por no saberlo todo. Y aun en el caso de haber hecho daño a alguien
intencionadamente, tal vez fue porque estábamos dolidos”
“El
perdón no es algo que ocurre una vez en la vida, siempre está en marcha. Es
nuestro proceso de mantenimiento espiritual. El perdón nos ayuda a
mantenernos en paz y en contacto con el amor. Nuestra única tarea es
intentar abrir de nuevo el corazón.
miércoles, 9 de julio de 2014
ASÍ SON LOS LIBROS .........
( Lienzo de Walter Firle. 1859-1929 )
“De los diversos instrumentos inventados por el hombre,
el más asombroso es el libro; todos los demás
son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación
y la memoria”.
( JORGE LUIS BORGES )
“Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un
amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que
llora”.
( PROVERBIO INDÚ ) .
“Amar la lectura es trocar horas de hastío por
horas de inefable y deliciosa compañía”.
( JOHN F. KENNEDY )
“La lectura de un buen libro es un diálogo
incesante en que el libro habla y el alma contesta”.
( ANDRÉ MAUROIS )
.
“Lee y conducirás, no leas y serás
conducido”.
( SANTA TERESA DE JESÚS )
“En Egipto se llamaba a las bibliotecas "el tesoro de los
remedios del alma". En efecto, curábase en ellas de la ignorancia, la más
peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás”.
( JACKES
BENIGNE BOSSUET )
Etiqueta: Citas
jueves, 26 de junio de 2014
martes, 24 de junio de 2014
DE DICE SE CUENTA......
Se cuenta que un buen día, un padre de familia rica, muy
acomodada, llevó a su hijo de viaje por una zona rural con el firme propósito
de que el joven valorara lo afortunado que era de poder gozar de tal posición y
se sintiera orgulloso de cuanto poseía y de los padres que le habían tocado.
Estuvieron fuera todo el fin de semana y se
alojaron en una granja donde vivía gente campesina muy humilde.
Al finalizar el
viaje y ya de regreso a casa, el padre le preguntó al hijo:-¿Qué te ha parecido
el viaje que hemos hecho?
-¡Muy bonito papá!
-¿Te diste cuenta de lo pobre que
puede llegar a ser la gente?
-¡Sí papá!
-¿Y qué aprendiste, hijo?
-Muchas cosas
papá: vi que nosotros tenemos un perro y que ellos tienen cuatro. Nosotros una
piscina pequeña en el jardín y ellos todo un arroyo sin fin. Nosotros tenemos
unas lámparas importadas en el patio y ellos tienen las estrellas. Nuestro
patio está cerrado con vallas y ellos tienen todo el horizonte. Ellos tienen
tiempo para hablar y convivir cada día en familia mientras que tú y mi mamá tenéis
que trabajar tanto que casi nunca os veo.
Al terminar el hijo el relato de lo
que había aprendido, el padre se quedó mudo.
Su hijo añadió:
-¡Gracias papá,
por enseñarme lo ricos que podemos llegar a ser!
Etiqueta: Cuentos.
jueves, 19 de junio de 2014
DÓNDE.......
¿Dónde habré dejado la alegría?.
¡Esto de ser desmemoriado!
Sé que la tuve alguna vez,
la sentí...embriagarme con su canto.
Sé y estoy seguro que así fue,
pero
dónde quedó,
"lo he olvidado"
Han sido tantas cosas extraviadas
entre hojas, poemas y cuadernos,
entre cielos, purgatorios,
entre infiernos;
en este caminar desordenado.
¿Dónde habré dejado la alegría?
La necesito
sólo un momento,
la quiero...
la quiero ahora que tú has vuelto.
¿Pero, qué te puedo dar
si no la encuentro?
Pablo Barattini.
Etiqueta: Poemas.
miércoles, 18 de junio de 2014
AMBICIÓN, CODICIA Y AVARICIA......
(Lienzo de Walter Firle. 1859- 1929)
“La ambición es un deseo poderoso de querer poseer o dominar. Si
la posesión que se ambiciona es de tipo material entonces se manifiesta en forma de codicia y avaricia. Es decir, que la
codicia y la avaricia son en realidad variantes de la ambición.
La ambición de poder y dominio sobre territorios y personas es
otra variante de la ambición. El ambicioso también suele ser envidioso, porque aspira a conseguir estar por encima de
todo y de todos y no permite que nadie le haga sombra.
El ambicioso nunca está conforme con lo que va adquiriendo y
siente un deseo insatisfecho de poseer cada vez más. Cree que al ir
consiguiendo los objetivos que se propone va a conseguir ser feliz. Sin embargo
una vez consigue lo que se propone no se conforma, sino que siempre quiere más.
Entonces busca un objetivo todavía más desmedido y difícil de conseguir.
¿Pero no
hay personas que ambicionan objetivos nobles, como la paz mundial o la
erradicación del hambre o la guerra? ¿Actúan incorrectamente?
Eso no son ambiciones, sino aspiraciones. La diferencia entre la
aspiración y la ambición en el sentido que aquí le estamos dando a la palabra
es que el ambicioso no se mueve por
ideales nobles sino egoístas, por eso no suele tener escrúpulos a la hora
de actuar. El ambicioso jamás se detiene en su afán de poseer y dominar, porque
nunca está satisfecho con lo que tiene. Es decir, que la ambición es insaciable
y desmedida. El ambicioso no respeta
ningún código ético ni moral. Tiene el concepto de que el fin justifica los
medios, y por tanto no respeta el libre albedrío. Por eso suele imponer su
criterio a los demás y no admite el fracaso. Se enfada muchísimo cuando sus
expectativas no se ven satisfechas y suele buscar formas más agresivas y dañinas
para tratar de conseguir su objetivo. Es decir, si no puede conseguir lo que
quiere por las buenas, entonces lo hace por las malas. Por eso pocas veces se satisface la ambición sin
perjuicio para los demás.
¿Cómo se
supera la ambición?
Tomando conciencia de que ese deseo poderoso de querer poseer o
dominar no lleva a la felicidad, sino que sólo genera turbación y desasosiego
en uno mismo y sufrimientos de todo tipo en los demás. La ambición desmedida es
una manifestación del egoísmo sumamente perniciosa. Las personas dominadas por la ambición desmedida son las que causan un
mayor daño y sufrimiento a la humanidad”
Etiqueta: Textos.
lunes, 2 de junio de 2014
QUE EL ÁRBOL SE DOBLA, PERO QUEDA ERGUIDO....
Si me ves cansada fuera del sendero
ya casi sin fuerzas para hacer
camino,
si me ves sintiendo que la vida es
dura
porque ya no puedo, porque ya no
sigo.
Ven a recordarme cómo es un comienzo
ven a desafiarme con tu desafío
muéveme en el alma, llévame al
impulso
llévame a mi misma.
Yo sabré entonces encender mi
lámpara
en el tiempo oscuro, entre el viento
frío
volveré a ser fuego desde brasas
quietas
que alumbre y reviva mi andar
peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna
del primer paso para un principio
muéstrame la garra que se necesita
para levantarse desde lo caído.
Si me ves cansada fuera del sendero
sin ver más espacios que el de los
abismos
trae a mi memoria que también hay
puentes
que también hay alas que no hemos
visto.
Que vamos armados de fe y de bravura
que seremos siempre lo que hemos
creído
que somos guerreros de la vida plena
y todo nos guía hacia nuestro sitio.
Y que un primer paso, y que un nuevo
empeño,
nos lleva a la forma de no ser
vencidos.
Que el árbol se dobla, se agita,
estremece,
deshoja y retoña, pero queda
erguido.
Que el único trecho que da el
adelante
es aquel que cubre nuestro pie
extendido.
Si me ves cansada fuera del sendero,
solitaria y triste, quebrada,
herida.
Siéntate a mi lado, tómame las
manos,
entra por mis ojos hasta mi
escondrijo.
Y dime . . . ¡SE PUEDE!,... e
insiste,
¡SE PUEDE!,
Hasta que yo entienda que puedo lo
mismo.
Que tu voz despierte, desde tu
certeza,
al que de cansancio se quedó
dormido.
Y, tal vez, si quieres, préstame tus
brazos,
para incorporarme, nueva y decidida.
Que la unión es triunfo
cuando hombro con hombro vamos,
¡sí, se puede!, con el mismo brío.
Si me ves cansada fuera del sendero,
lleva mi mirada hacia tu camino.
Hazme ver las huellas, que allá
están marcadas,
de un paso tras otro por donde has
venido.
Y vendrá contigo una madrugada,
la voz insistente para un nuevo
inicio.
Que abriré otro rumbo porque sí he
creído,
QUE SIEMPRE SE PUEDE...
¡se puede,mi amigo!
María Soledad Salazar Valenzuela
Etiqueta: Poemas.
martes, 20 de mayo de 2014
SE DICE, SE CUENTA.......
Que una vez, un sabio anciano estaba sentado en una roca, justo al lado de
una enorme puerta que daba entrada a una gran y próspera ciudad amurallada en
el desierto.
Un viajero procedente de un país muy lejano, se acercó al anciano
antes de traspasar el umbral de la puerta de acceso
a la ciudad, y le preguntó:
―Dígame señor, ¿cómo es la gente que vive en esta ciudad?
―Dígame usted algo antes de que yo le responda: ¿cómo es la gente de la
ciudad de donde usted procede? respondió el anciano.
―¡Mala gente! ―exclamó el viajero―. Son poco de fiar: holgazanes, perezosos,
criticones, egoístas, vanidosos, embusteros… ¡Por eso me marché de allí y
busco un lugar mejor en el que vivir!
―¡Vaya! ―dijo el anciano―. Pues me temo que en esta ciudad se va encontrar
con lo mismo.
Tal fue la frustración del viajero al oír eso que, cabizbajo y triste,
decidió no entrar en la ciudad y seguir su viaje a la búsqueda de un mejor
lugar donde vivir.
Ese mismo día, por la tarde, un nuevo viajero
más joven y alegre llegó a la puerta de la ciudad, donde el anciano seguía
sentado sobre su roca. El joven se acercó a él, y le preguntó:
―Por favor, amable señor, voy a entrar en esta ciudad, pero antes quisiera
saber cómo es la gente que vive aquí. Si usted me pudiera decir algo sobre ellos,
se lo agradecería.
―Claro que te diré cómo son ―respondió el anciano―. Pero antes dime,
muchacho, ¿cómo es la gente de la ciudad de donde tú procedes?
―¡Buena gente! ―exclamó el joven sin pensarlo demasiado―. Obviamente hay de
todo, pero en general creo que la mayoría son bella gente que hacen lo que
pueden con lo que tienen. Puedes contar con
ellos, sin duda. Por supuesto que también hay algunos personajes retorcidos y
menos de fiar, pero incluso a esos, según cómo les tratas y entras, puedes
darles la vuelta. Sí, yo diría que una amplísima mayoría son buena gente.
El anciano sonrió, y seguidamente respondió al joven viajero:
―¡Bienvenido, muchacho! Entra en esta ciudad que te espera, porque vas a
encontrar tanta buena gente como encontraste en la ciudad de la que procedes.
¡Buena Suerte!
Etiqueta: Cuentos.
martes, 13 de mayo de 2014
DICE VÍCTOR HUGO ...........
"Te deseo".
Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.
Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.
Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven no
madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.
Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.
Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,
y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.
Te deseo que acaricies un perro,
alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
sentirás bien por nada.
Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuantas vidas
está hecho un árbol.
Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez
por año pongas algo de ese dinero
frente a ti y digas: “Esto es mío”.
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.
Te deseo también que ninguno
de tus defectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.
Te deseo por fin que, siendo hombre,
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.
Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte.
Víctor Hugo . ( 1802- 1885 )
Etiqueta: Poesía.
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